Informe sobre "Headbanging"

Pues cada día más cosas entran en el ránking de "peligrosas para la salud". Le ha tocado ahora al Headbanging

Para los que no sepan a qué se refiere ese término, que vayan directamente a ver el vídeo que hemos sacado del YouTube, y que habla de la historia del gesto más usual en un concierto de Heavy Metal. Ahora, la noticia: un reportaje, publicado hoy en British Medical Journal por Declan Patton y Andre McIntosh (el apellido me recuerda a un ordenador) del School For Risk And Safety For Sciences (así, a la torera, Instituto del Riesgo y la Seguridad por la Ciencia) en la Universidad de New South Wales en Sidney, Australia (vaya retahila de lugares) ha demostrado que el headbanging deja a los participantes con efectos similares a los del "síndrome del latigazo", o traumatismo de cuello.

La pareja de investigadores llevaron a cabo un estudio extensivo del headbanging, asistiendo a numerosos conciertos y observando las diversas técnicas de llevar a cabo la acción. Después realizaron un análisis biomecánico y un "modelo de headbanging teórico".

El estudio mostraba que una canción normal de Death Metal tiene aproximadamente 146 golpes por minuto (de batería) lo cual, combinado junto a arcos de al menos 45º al hacer headbanging, puede causar "mareos y lesiones cervicales". También advirtieron que tempos más rápidos y arcos más anchos aseguran un "riesgo definido de lesiones de tipo traumático cerebral".

Para aquellos que no se lo toman en serio, los doctores creen que en 2005 el guitarrista de Evanescence Terry Balsamo sufrió un derrame cerebral a causa de un headbang demasiado fuerte.

Así que cuidado con los niños en esta época en la que tienen tanto tiempo libre. Por si acaso, fuera melenas y ya no hay que preocuparse de esto. Aquí me despido con el vídeo

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